¿En qué se diferencia Montessori?

Guía observando al niño

La verdadera diferencia

La formación de las capacidades fundamentales de los niños es sumamente importante durante los primeros años de la vida, no sólo el aprendizaje académico, sino la capacidad de concentración, perseverancia y la habilidad de pensar por sí mismos, así como la capacidad de interactuar bien con los demás. Los niños que han recibido el apoyo adecuado durante estos años de formación se convierten en adultos que son auto-motivados y les encanta aprender, pueden pensar con flexibilidad y creatividad y que no sólo son conscientes de las necesidades de los demás, sino activamente promover la armonía a medida que pasan por la vida.

Tradicional frente a Montessori

En la educación tradicional, los adultos deciden lo que los niños necesitan aprender y utilizan, como medida de éxito académico, la capacidad de conservar y reproducir esa información. El maestro es el donador activo de la información y los niños son los receptores pasivos.

En el enfoque Montessori que considera la actividad del niño, el profesor adquiere un papel diferente, el de proporcionar el tipo adecuado de circunstancias para guiar a los niños a encontrar lo que necesitan de lo que se les está ofreciendo. Los niños se convierten en aprendices activos, capaces de alcanzar su potencial único debido a que están aprendiendo a su propio ritmo, mismo que se centra en sus propias y particulares necesidades de desarrollo del momento específico.

El enfoque Montessori ofrece:
  • Un entorno que responde a las necesidades particulares de cada fase de desarrollo del niño
  • Un adulto que comprende el desarrollo del niño y actúa como una guía para ayudar a los niños a encontrar su propio camino natural
  • Libertad para que los niños participen en su desarrollo de acuerdo con su propia y particular línea de tiempo